domingo, 16 de agosto de 2015

ESA MUCHACHA TRISTE QUE SUEÑA CON LA NIEVE 29

Y ahora Bertica enferma, lo único que me faltaba. Bertica enferma. Con esa tos que

no se le quita ni con los pases de yerba de Tata Cuñengue, y eso que diariamente

rezo cien padrenuestros y mil avemarías, pero ñiringa. El Altísimo está muy ocupado

para ocuparse de la salud de una simple niña enferma en este país de mierda que

a lo mejor él no sabe ni que existe. A veces Bertica se me pone morada como si se

estuviera ahogando, y yo al borde de la locura, sin poder hacer nada. El médico me

recomendó que no la dejara sola ni un momento, pero no me dijo por qué, porque

los médicos nunca te dicen la verdad, son unos cabrones. Toda la semana metida

en la casa con Bertica quejándose, llorando, gritando, y para colmo Aurelia se fue

para el campo, a ver a su familia según me dijo su hijo, que no sabe cuándo coño

volverá ni cómo avisarle ni nada. Comemierda. El susto que me dio esta puñetera

anoche cuando empezó a toser y a toser sin parar y se quedó paralizada como si

no pudiera respirar, y lo único que hacía era mover su cabecita como si quisiera

echar algo por la boca. Morada, y yo con las pastillas y los jarabes hasta que se me

ocurrió llamar a Aleida a gritos porque pensé que Bertica se moría, y entonces yo y

Aleida cargamos con la niña para el hospital. Le pusieron una inyección que la

calmó al instante, pero la dejaron allí toda la noche, en observación, y yo con ella

allí de guardia, acuartelada, ahogándome yo también, porque me dio un ataque

de asma de anjá que me tuvieron que atender urgente y me inyectaron aminofilina

y me aplicaron el maldito aerosol, y a esa hora sin tener a nadie allí conmigo, Aleida

había regresado a su casa, bastante que hizo la pobre. ¡Ah! No quisiera acordarme

de esa noche ni de estos días que he pasado con Bertica aquí en la casa sin saber a

qué atenerme, oyendo quejas, lamentos, llantos, gritos de Bertica, y yo con lo mío

también. El colmo. El médico me dijo que siguiera el plan al pie de la letra, pero a

veces mando el plan al carajo y hago con la niña lo que me sale de la tota sin

contar con nadie. Bertica no quiere levantarse, no quiere comer, no me deja que la

bañe, no quiere jugar con sus juguetes, y para acabar de joderme, preguntando por

su abuelita cada cinco minutos... Cuando Aurelia regresó Bertica mejoró rápidamente

y eso fue mejor que todas las medicinas del médico, las yerbas y los rezos. Hasta que

al fin Aurelia se la llevó al Internado. Tiene delirio con su abuela. A mí me enciende

la sangre esa preguntadera por su abuela, por su abuelita, como ella le dice, ah, sí,

¿y mi abuelita?, ¿cuándo viene mi abuelita?, como si yo fuera un cero a la izquierda

en su pequeño mundo. Pues a los pocos días yo y Aurelia volvimos a llevarla a ver al

médico, pero esta vez al especialista del Infantil, y el especialista nos dijo tengan 

cuidado con la niña, ya está bien, pero no la expongan al polvo, llévenla a la playa

a menudo, y un montón de cosas que yo nunca he podido seguir totalmente. Nada,

que Bertica parece que va a heredar mi asma, maldito sea el mundo, coño. En

aquellos días yo me puse muy desmejorada. Me dio por pensar que yo me había

alejado de mi hija, que la estaba perdiendo, porque a pesar de que me tuvo todo el

tiempo junto a ella casi sin dormir ni bañarme ni comer, no hacía más que preguntar

por su abuelita. Y desde aquellos días yo siento un rechazo por Aurelia que no

puedo sacarme de adentro, no porque no la quiera, pero esa sensación no la

puedo evitar. Por eso cuando Aurelia se llevó a Bertica caí en una crisis espantosa,

mandé a la porra a todo el mundo, me encerré en la casa, y no me levantaba ni

para abrir la puerta cuando alguien tocaba, raras veces. Ni siquiera le respondía a

Aleida cuando me llamaba por el muro. Pensando, fumando como una condenada

viciosa, porque el vicio ya se me ha metido en las entrañas por culpa de Mayra, y no

sé cuántos días estuve en ese estado. Hasta que una mañana me levanté dando

gritos, y cuando logré calmarme a base de pastillas me dije me voy a volver loca si

sigo aquí metida un día más. A la mierda todo esto. Y a la calle de cabeza...

(continuará)

Augusto Lázaro

@augustodelatorr

www.facebook.com/augusto.delatorrecasas





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