sábado, 19 de julio de 2014

EL AULA SUCIA 32

La primera reunión con la nueva Decana fue el detonador apretado en presencia

de la casi totalidad de los profesores y los empleados de la nueva Facultad de

Ciencias Sociales y Humanísticas de la Universidad. La expectación era

mayúscula: apenas se oía la respiración de los presentes y la expulsión del humo de

los cigarrillos de los fumadores. El nuevo (todo era nuevo) local del Decanato era

más amplio y ventilado que el anterior, y con más aditamentos que facilitaban el

trabajo a la secretaria que contaba incluso con una computadora para realizar su

trabajo. Estaban reunidos los Departamentos de Literaturas, Lingüística, Idiomas,

Filosofía, Historia e Historia del Arte. La nueva Decana era una señora muy elegante

y circunspecta que generalmente hablaba poco y reía menos: la tan mencionada

doctora Reyes. Después de una escueta información general sobre los cambios,

la doctora Reyes se detuvo en los cambios del personal dirigente de cada

departamento. Al llegar a Literatura, Marnia cruzó miradas con Ernesto y con Liliana:

ya sabía, por boca de ellos mismos, que en lo adelante sus jefes serían otros. La

doctora Reyes fue concreta: no explicó ni fundamentó ni detalló el porqué de los

cambios. Sólo dijo:

--En Literatura, la doctora Morell será la nueva Jefa del Departamento, quedando a

su cargo el nombramiento de los nuevos jefes de colectivos que ella estime

convenientes.

Ni siquiera preguntó si alguien tenía dudas o preguntas que formular. Pero la explosión

tuvo lugar cuando la circunspecta señora anunció el nombramiento de la nueva Vice-

decana, ya que la doctora Morell pasaba a las funciones de Jefa del Departamento de

Literaturas, y sólo atendería esa tarea.

--Y ahora tengo el gusto de presentarles a la nueva Vice-decana de nuestra

Facultad: la compañera Elvira Barrios.

Esta vez se escucharon murmullos que enseguida fueron cortados por la imponente

mirada de la doctora Reyes. Nadie dijo nada. Al dar por terminada la reunión, la

doctora Reyes informó que más adelante se entregarían los parámetros del plan de

estudios y también la metodología reformada que se había recibido de La Habana,

y dando por concluida esa asamblea extraordinaria en la que casi sólo se escuchó

su voz, la nueva Decana recogió sus papeles, los metió en su portafolios, y

agradeció la nutrida asistencia.

--¡La mundial! -Violeta sonrió con ironía, bajando la escalera del salón de reuniones

junto a Marnia, Adita y María.

--Ahora sí se acabó el chinchero -exclamó Neysa, que siempre tenía a mano alguna

cita de sus muchísimos libros leídos, incorporándose al grupo.

--Las invito a café -dijo María, registrando su monedero-, todavía me queda para

eso.

--Bueno, bueno, le dijo la mula al freno -Adita sonrió, moviendo su cabeza de arriba

a abajo. Marnia fue la última en hablar. Estaba seria, pensativa. Caminaba

automáticamente, aunque escuchaba lo que sus compañeras decían en voz baja.

La cafetería comenzaba a llenarse.

--Muchachitas -dijo, sonriéndose de medio lado-, yo creo que con ésta la cosa es

distinta y diferente... ¡ajústense los cinturones!



Augusto Lázaro
@augustodelatorr

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